El amor es más hambriento que un mendigo,
insaciable, egoísta y
extremista;
abarca la felicidad y la tristeza,
se cierne en la sabiduría y la ignorancia,
conoce de generosidad y la avaricia.
No sabe de equilibrio.
Es una extraña mezcla entre
el dolor y la dicha,
y esa mezcla puede resultar fructuosa y creativa algunas veces,
como poderosamente destructiva otras.
Con lo fácil que es
descubrir un mundo nuevo bajo las sábanas,
derritiéndonos mutuamente.
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